jueves, 10 de mayo de 2012

Dormir con mami

Un buen día Pedro decidió que cuando se quedaba dormido en mis brazos y lo llevaba a la cuna (pegada a mi cama) se despertaría sí o sí.
Pedro tendría unos 8 meses...


De esto hace unos 9 años, y por entonces estaba muy de moda un tal Estivill, llamado "pediatra" que había publicado un "libro" llamado "Duérmete niño".


Le comenté a mi pediatra lo que le ocurría a Pedro, me dijo que era normal, y que quería estar con nosotros. No me basto su respuesta.
Les comenté a mis compañeras de trabajo lo que le ocurría a Pedro, y les dije que muchas noches lo teníamos que meter en nuestra cama, y entonces dormía del tirón sin casi ni moverse, muy feliz.
Y ellas me advirtieron de lo perjudicial que era para el niño, que se va a acostumbrar, que no lo sacarás nunca de tu cama, que no tendrás intimidad... y me recomendaron el famoso libro.
Lo leí, desde aquí debo decir que Laura Jaime Conejo leyó tal atrocidad.


No me parecía nada lógico, pero si todo el mundo lo hacía, y aseguraban que en tres días los niños dormían...


Decidí probarlo, desde aquí y con todo el dolor de mi corazón confieso que lo probé.


Hice todos los absurdos y mezquinos pasos, y mi bebé, por supuesto hizo exactamente lo que ponía el libro. Lloró, mucho, "como si lo matasen".


Miré el reloj, y desde aquí confieso que lo dejé llorar 2 minutos. 2 minutos eternos, en los que me iba a dar un infarto... mientras intentaba autoconvencerme de que hacía "teatro" de que me estaba "manipulando".


Salí corriendo hacia la cuna, lo cogí en brazos, vomitó, me vomitó encima (si duda me lo merecía), lloré con él, lo limpié, quité todo como pude, con el en brazos, sin soltarlo, y oyendo como seguía suspirando, con esa angustia típica después de haberte llevado un gran disgusto.


Nos metimos en la cama, y se durmió. Lo miraba y me dolía tanto, pero es cierto que mi reloj sonaba a las 5 para ir a trabajar, y que durmiendo conmigo al menos yo descansaba, pues Pedro no se despertaba.


Todo esto, fue, por los comentarios, por pensar que le hacía mal, por creer que dormir con mi hijo era malo, o que le estaba perjudicando!!


Por suerte para los dos, me di cuenta muy a tiempo, aunque eso no quita que lo intenté, es algo que hice, y no lo puedo negar.


Pedro ha dormido conmigo hasta los 7 años. 
Y aún hoy, cuando pregunta si puede dormir conmigo nunca le decimos que no.
NUNCA.
Mi marido duerme en su cama y Pedro en la nuestra.


Debo decir también que Joan Carles comparte mi opinión sobre dormir con ellos, pues si no quizás no seria tan fácil... o quizás no seria mi marido.


Así que practiqué colecho sin saber lo que era, para mi era dormir juntos, hace poco he descubierto que se llama colecho.


Pedro mientras durmió en su cuna siempre lo hizo pegado a mi cama, así que nunca ha dormido en otra habitación.


Con Carlota estoy haciendo lo mismo.
Pero ella después de su última toma de teta, sobre las 12:30 de la noche, se duerme y la suelta, y la llevaba a su cuna... pero lleva unas tres semanas, que es dejarla y... ponerse a llorar muy intensamente.


Pero la vuelvo a coger, la meto en la cama, y con mis tetas al aire dormimos toda la noche... ella se sirve a su gusto, y aunque sí me despierto, y quizás no duerma tan tranquila pues pienso que le puedo hacer daño sin querer... es algo maravilloso.


Es algo que no podré hacer toda la vida, en contra de lo que muchas madres creen. NO, ni Pedro ni Carlota dormirán durante toda su vida con nosotros.


Los años pasan volando, y cuando me de cuenta Pedro dormirá con su pareja... (uufff que mayor!!!)


Ya no querrá dormir con mami.


Y lo mejor es cuando los fines de semana Pedro quiere dormir conmigo y Carlota también, y al despertar tengo lo mejor del mundo a mi lado, calentitos, con esas caritas de felicidad, sus ojos brillar, por el echo de dormir a mi lado!!


Es tan fácil hacerlos felices, que lo voy a seguir haciendo siempre. Dormiré con ellos hasta que ellos decidan no hacerlo. 




Laura JC


No hay comentarios:

Publicar un comentario