domingo, 14 de septiembre de 2014

La vuelta al cole

Mañana será un día difícil para Carlota y para mi.
Tomar esta decisión me ha costado mucho, pues separarme de Carlota supone un gran vértigo para mi.
Tengo grandes amigas, que me comprenden y mucho, y me han ayudado a ver el lado positivo, y me han ayudado a crecer, y a aceptar la separación de mi pequeña con la que llevo día a día desde casi que nació.
Y aquí está el problema, y de aquí viene nuestra unión, y el sentimiento de no nos separarán nunca más. Del día en que nació. Del nacimiento tan traumático que tuvo, del daño que nos hicieron. De las interminables cinco horas y medias en las que no pudimos ver ni tocar a nuestra hija, a mi hija, mi bebé arrancado de mi.
Sola.
Sola ella, sola yo. 

Jamás te dejaré sola, se lo decía una y mil veces, luché con grietas por nuestra lactancia sin poder moverme con la cicatriz de mi segunda cesárea. Por las noches con cojines para soportar el dolor y poder darle de mamar, todo, le intenté dar todo, y se lo di, y se lo doy. Casi 34 meses después nuestra lactancia dura, aunque con la intención por mi parte de poco a poco irnos despidiendo también, llevo 10 meses de tándem y para mi está siendo agotador.

Cortaron su cordón tan rápido que no nos dio tiempo a decir hola y a decir adiós, no pudimos despedirnos y conocernos, no nos dejaron, nos robaron el mejor momento de nuestras vidas. Nos lo robaron.
Y tejimos un nuevo cordón, y tejimos una nueva unión, fuerte, tanto tanto que no la podía soltar, tanto tanto que ni papá la podía coger mucho rato, porque lloraba, porque me buscaba, porque no entendía la brusquedad de nuestro encuentro, porque estuvo buscandome cinco horas y media y yo no estuve allí.
Por eso cuando me encontró, nos encontramos, no me soltó. Ni yo a ella, y así hasta día de hoy, compartiendo todo, felices, jugando y aprendiendo juntas cada día. Todo con ella.
Con Carlota he vivido los tres últimos años de la carrera, he estudiado y hecho los exámenes con ella ( me acompañaban siempre), hemos ido a todas las ecos de Diego y lo veíamos nadar en la tele, hemos leído cuentos, visto clases en directo, hemos estudiado vía FaceTime con Belén, cocinado, y mil y una cosas maravillosas siempre juntas. Siempre.

Mañana empieza/empezamos una nueva etapa, yo no veía sentido a que ella empezara una vida sin mi, me ha costado verlo, no es fácil para mi. Pero por suerte la reflexión, el hablar y hablar con varias personas amigas, el valorarlo mucho con JC, el no dormir, y el visitar el colegio varias veces y ver que hemos elegido una escuela muy acorde con nuestra manera de críar, pensar, educar. Una escuela pública e inclusiva. Un lugar donde la familia es primordial, donde las maestras son cercanas y conocen a todos los niños de todo el colegio, donde entiende que la adaptación no es fácil para las familias y te apoyan y ayudan en todo. 

Todo esto me ha ayudado mucho a tomar la decisión, a ver que Carlota será feliz allí, con su maestra que es majísima con sus nuevos compañeros de los que aprenderá miles de cosas nuevas, y el pensar que yo en octubre empiezo las prácticas de magisterio y que entre la opción de canguro para Diego y Carlota y venir a este colegio, pensamos que Carlota disfrutará más formando parte de esta comunidad educativa, donde jugará, compartirá y vivirá nuevas experencias muy positivas.

En principio una vez pasemos el periodo de adaptación, solo asistirá por las mañanas, y tendremos toda la tarde para jugar, y yo estudiar algo.

Pero esas tres horas y media, serán largas, Diego y yo notaremos un gran cambio, y aunque estaremos felices si ella asiste feliz al cole, no dejaremos de echarla de menos, aprovecharemos para hacer la adaptación con la educadora que cuidará a Diego en casa, para conocernos mejor, y para empezar a estudiar y preparar las prácticas que es algo que me hace mucha ilusión.

Carlota aunque puede que nos cueste un poco empezar, estoy segura de que vas a disfrutar mucho en tu cole, tu clase está llena de juguetes, y tenéis un patio precioso para correr y saltar.
Confío en ti, y estoy deseando que cada mañana al recogerte me expliques con detalles todo lo que has vivido, y que esta etapa la vivamos con ilusión, sabiendo que estamos contigo siempre, que te acompañaremos en este nuevo camino y en todos los que nos quedan por recorrer. 
Te quiero mucho Carlota. 

Laura JC